LOS FRANCOS: La historia de los francos en Galia es particularmente instructiva, no sólo porque estos bárbaros fueron los únicos que crearon una obra durable, sino también porque establecidos en un país rico y civilizado, fueron más perseverantes que los Otros bárbaros en aceptar los beneficios de la civilización romana. Inglaterra se había romanizado mucho menos profundamente que Galia. Los visigodos mostraron ser más aptos que los francos para asimilarse la civilización. En la Galia franca fue, pues, donde se efectué, mas que que en ninguna otra parte, la transformación de las instituciones y de las costumbres.
Agustín Thierry ha hecho de los francos
este célebre retrato:
« Llevaban los cabellos, que eran de un rubio rojizo,
abollonados y atados encima de la frente formando un a modo de
penacho que caía hacia atrás cual cola de caballo. Llevaban la
cara completamente rasurada a excepción del espeso bigote, cuyas
largas guías les calan a cada lado de la boca. Llevaban una
especie de ropón de lienzo ceñido al cuerpo con un ancho
cinturón del que pendía la espada, y les cubría los brazos.
Su arma favorita era un hacha de uno o dos cortes, cuyo hierro era grueso y aislado, y de mango muy corto. Empezaban el combate lanzando desde lejos la expresada hacha, ya a la cara, ya al escudo del enemigo, y raramente erraban el golpe en el sitio preciso que querían herir. Además del hacha, a la que daban el nombre de francisca, tenían un arma arrojadiza que les era peculiar, y que en su lengua llamaban hang, es decir anzuelo. Esta era una pica de mediana longitud y capaz de servir igualmente de cerca como de lejos. »
Los francos habían entrado a servir el imperio en tiempo de Juliano, el cual les había dado el título de auxiliares perpetuos y establecido entre el Mosela y el Rin, desde Maguncia hasta el mar. No formaban un pueblo, sino que estaban divididos en dos grupos francos aliados, que habitaron primero en la Holanda actual, y francos ripuarios o ribereños, a orillas del Rin.
Cada uno de estos grupos se subdividía en
tribus, y cada tribu tenía su rey. Una de las tribus de los
francos salianos, la de los sicambros, que probablemente
no contaba más de cinco a seis mil guerreros, se habla
establecido en Turnay, en Bélgica. En 481, dicha tribu estaba
gobernada por el rey Clodoveo.
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LA HISTORIA Y SUS PROTAGONISTAS: GRECIA, ROMA Y LA EDAD MEDIA |
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