RUINA DE LA CASA DE BORGOÑA: En 1467, Carlos el Temerario, hijo de Felipe el Bueno, llegó a ser duque de Borgoña. Este príncipe era excesivamente violento, testarudo y ambicioso. Soñaba con el trono, y con reconstituir entre Francia y Alemania el de Lotaringia; sueño que no podía realizarse sino en perjuicio rey de Francia. De aquí que Carlos el Temerario fuese el enemigo implacable de Luis XI, contra el cual organizó muchas veces verdaderas coaliciones.
Pero Luis XI era un hábil político y maestro consumado en el arte del disimulo, del engaño y de la intriga su mismo rival le llamaba la araña universal, haciéndole parecer, y con razón, a la araña, que sin ruido tiende sus hilos y trampas por todas partes. Carlos el Temerario acabó por caer en una de esas trampas.
Luis XI persuadió a los suizos que su independencia estaba amenazada por los proyectos del duque de Borgoña y los inclinó a declararle la guerra. Carlos invadió inmediatamente a Suiza, donde sufrió dos terribles desastres uno en Gransón y otro en Morat (1476) Loco de rabia y de humillación, se arrojó sobre Lorena, que habla conquistado y que acababa de sublevarse contra él. Pero fue vencido y muerto delante de Nancy: dos días después de la batalla, y al borde de un estanque, encontraron a Carlos el Temerario con el cuerpo atravesado por una lanza, desnudo, la mitad del cuerpo hundido en la nieve y la cara medio devorada por los lobos (enero de 1477).
LAS ADQUISICIONES DE LUIS XI: Luis XI pensaba apoderarse de toda la sucesión de Carlos el Temerario, que dejó por heredera a María de Borgoña, joven de veinte años. Pero María contrajo matrimonio con el hijo del emperador, el archiduque Maximiliano de Austria, y más tarde emperador también.
Luis XI no recogió de la
de sucesión más que Borgoña y Picardía. Flandes, después Artois
y el
Franco Condado, tocaron a los hijos de María de Borgoña y de
Maximiliano, y no fueron comprendidos en el reino de Francia
sino doscientos años más tarde, bajo el reinado de Luis XIV.
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LA HISTORIA Y SUS PROTAGONISTAS: GRECIA, ROMA Y LA EDAD MEDIA |
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