DIOCLECIANO. LA TETRARQUÍA: Diocleciano, nacido cerca de Salona, en Dalmacia, era Lujo de un escribano. Había pasado por todos los grados del ejército y llegado a ser prefecto de las cohortes pretorianas. Elegido por los soldados a raíz de los trastornos a la muerte de Probo, se apresuró a dividir el imperio y a escoger por colega a Maximiano, uno de sus compañeros de armas.
Agrandado el imperio con nuevas provincias en oriente, a orillas del Danubio y en Bretaña, aquel inmenso territorio era muy difícil de custodiar y de administrar. Ese inconveniente era tanto mayor cuanto que no existían medios rápidos de comunicación que acortasen las distancias, y había urgencia en precaverse del peligro por todas partes.
En el interior había perpetuas revueltas; en la frontera, continuas invasiones, y no era muy hacedero reprimir las unas y las otras a causa de la debilidad del ejército. La división del imperio fue, pues, una medida de defensa así corno una medida administrativa.
Los dos emperadores tomaron el titulo de augustos, y fijaron su residencia, Diocleciano (imagen) en oriente, en Nicomedia, y Maximiano en occidente, en Milán. Roma quedaba abandonada como capital, porque importaba a los emperadores estar más cerca de las fronteras amenazadas.
El imperio, aun así, pareció carga harto pesada a los augustos; quienes nombraron entonces dos adjuntos, especie de príncipes imperiales, herederos designados al trono, que llamaron césares. Éstos fueron: Constancio Cloro, que tuvo por Capital Tréveris, y Galeno que residió en Sirmio, a orillas del Save, cerca de la actual Belgrado. De ésa manera hubo cuatro soberanos: dos augustos y dos césares, con cuatro capitales y cuatro gobiernos. Esta división se llamó tetrarquía, es decir el gobierno de cuatro.
Diocleciano, al mismo tiempo, transformó las provincias y
cambió completamente el carácter de la dignidad imperial. Hecho
esto, los dos augustos abdicaron, y Diocleciano se retiró a
Salona, ciudad ya citada, para ver funcionar su sistema.
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LA HISTORIA Y SUS PROTAGONISTAS: GRECIA, ROMA Y LA EDAD MEDIA |
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