HISTORIA DE LA EDAD MEDIA

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LOS TRIBUNALES DE LA IGLESIA: Desde el Imperio Romano, los obispos tenían el derecho le juzgar a los miembros del clero y pronunciar sentencia m los pleitos que ellos tenían. Sus tribunales se llamaban oficialidades. La justicia se administraba allí con más lenidad que en los tribunales de los reyes y de los señores. En efecto la iglesia no admitía ni ordalías, ni juicio de Dios.

Los jueces eclesiásticos no pronunciaban sentencia sino después de una averiguación, y de haber oído a los testigos y a la defensa del acusado. De aquí que los laicos pusieran empeño en ser tratados como los clérigos, esto es, estar sujetos a la jurisdicción de los tribunales de la iglesia; y como para ser considerado clérigo bastaba estar tonsurado, muchos se hacían tonsurar.

LA IGLESIA Y LAS ESCUELAS: La enseñanza estaba exclusivamente a cargo del clero. No había más escuelas que las que abrían los sacerdotes en las parroquias y los monjes en los conventos.

Se enseñaba en latín, y gratuitamente. Se estudiaba, en primer lugar, gramática, retórica, dialéctica y teología, y, más tarde, se pasaba a la aritmética, la geometría, la astronomía y la música. Las escuelas estaban abiertas a todo el mundo; por ellas pasaron muchos hijos del pueblo, los cuales debieron a la instrucción recibida en esos establecimientos el haber sido más tarde personajes importantes de la iglesia y de la sociedad.

Varios también llegaron a alcanzar puestos ilustres, verbigracia, el pastorcillo aquel de las cercanías de Aurillac, llamadas Gerberto, que, educado por los Benedictinos, tuvo la reputación de ser el hombre más sabio de su siglo, fue preceptor de un rey de Germania, después del rey de Francia, Roberto, para ser luego arzobispo de Reims y morir siendo papa (1003) con el nombre de Silvestre II. Éste fue el primer papa francés. Precedentemente hemos visto la historia de Hildebrando, que llegó a ser el papa Gregorio VII.

De las escuelas salieron, en el siglo XIII, las universidades. A éstas las formaron en: algunas grandes ciudades la reunión de maestros y discípulos de todas las escuelas. La universidad de Paris fue establecida de esta manera en la época de Felipe Augusto.