UN FRANCISCANO
Llevaban el vestido de los pobres de su tiempo: burdo ropaje de lana color de castaña, ceñido a la cintura por medio de una cuerda. Por encima del ropaje llevaban el escapulario, larga y estrecha banda de tela con una abertura para pasar la cabeza, provista, de un capucho, la cual pendía por delante y por detrás hasta los píes. Iban calzados con sandalias. La orden conserva aún este traje.
IMPORTANCIA DE LAS ÓRDENES MENDICANTES: Mientras que los, monjes de las antiguas órdenes vivían lejos del mundo, en el campo, encerrados en los conventos, los monjes mendicantes se mezclaban a la sociedad, como los sacerdotes seculares, y residían en las ciudades. Tuvieron pues, el doble carácter de monjes y de sacerdotes. Pobres, viviendo entre el pueblo, y llevando la misma vida que éste cuyo traje vestían casi los franciscanos y cuya lengua empleaban los dominicos en sus sermones, ejercieron naturalmente sobre el pueblo una influencia considerable. Gracias a ellos despertó por todas partes la vida religiosa.
También contribuyeron a que despertara la vida intelectual. Dominicos y franciscanos no tardaron en alcanzar, por su saber, puesto preponderante en las universidades. La universidad de Paris, << la mayor escuela del mundo >>, llegó al apogeo de su gloria, cuando cantó entre sus profesores al franciscano san Buenaventura (1221-1274) y al dominico santo Tomás do Aquino, el teólogo más capaz y el filósofo más notable de la Edad Media.
Gracias a ellos, en fin, acabó de establecerse sólidamente la
soberana autoridad del papa sobre los fieles. En efecto,
franciscanos y dominicos, que dependían directamente del
pontífice, le formaron verdaderos ejércitos, pues cincuenta años
después de la creación de la orden, los franciscanos eran ya
doscientos mil, y los dominicos ya tenían una misión en
Groenlandia, al norte de América septentrional.
|
|
LA HISTORIA Y SUS PROTAGONISTAS: GRECIA, ROMA Y LA EDAD MEDIA |
||