HISTORIA DE LA EDAD MEDIA

HISTORIA DE LA EDAD MEDIA PASO A PASO - IDEAL PARA INICIARSE EN LA APASIONANTE HISTORIA ANTIGUA

ESPAÑA: Desde fines del siglo XIII, España, libre del peligro musulmán, había vivido en continua anarquía. Durante más de doscientos años, la historia de los cuatro reinos cristianos, Castilla, Aragón, Portugal y Navarra, sólo fue una sucesión de asonadas, sediciones, guerras civiles y contiendas feroces entre pretendientes al trono.

La causa principal de esa anarquía era la debilidad del poder real. El estado de guerra permanente en que España había vivido varios siglos, permitió que la nobleza, el clero y las ciudades fueran arrancando a los reyes concesiones tras concesiones y tomando costumbres de independencia. Ciertas provincias, como Cataluña, que formaba parte del reino de Aragón, tenían una constitución casi republicana.

El clero, sobre todo, era acaudalado y poderoso, y tenía que serlo en medio de aquellas poblaciones fervorosas y fanáticas. Gracias a las donaciones piadosas, había podido acumular enormes riquezas. El arzobispo de Toledo poseía una renta de 80,000 ducados, lo que haría hoy unos seis millones de francos; el rey sólo podía considerarse más rico que él. En Portugal, los obispos eran los verdaderos dueños del reino, y los reyes estuvieron obligados a soportar su tutela hasta el siglo XV.

La nobleza era belicosa y turbulenta. Es cierta que en España no existían grandes principados feudales como en Francia; pero en la primera nobleza, entre los que se llamaban ricohombres, había poderosos señores que poseían inmensas heredades. Muchos tenían con respecto a los reyes la arrogancia del Cid.

Entre los nobles se escogían los caballeros de las órdenes militares de Santiago, Calatrava y Alcántara, órdenes de monjes guerreros, que se crearon en el siglo XXI, como los Templarios en Palestina, para combatir sin tregua contra los musulmanes, y que habían adquirido privilegios y riquezas tales, que formaban como un estado en el estado. Esas tres órdenes gobernaban casi toda la población de Castilla. El gran maestro de Santiago podía poner en pie de guerra mil quinientas lanzas.

Anteriormente hemos visto que las ciudades tenían también sus fueros y que, para poner a salvo privilegios, ya contra los señores, ya contra los mismos reyes, formaban poderosas ligas, llamadas Hermandades en Castilla y Universidades en Aragón.