FLORENCIA: Los florentinos fueron grandes fabricantes de paños finos y muy ricos. En el siglo XII los compraban en Flandes para volverlos a trabajar, esto es, tondinos, teñirlos, hacerlos más tupidos a fuerza de presión y, por consiguiente, más finos, suaves y brillantes. Esos pasos se vendían y se venden aún muy caros en oriente.
En el siglo XVI, los florentinos se dieron a fabricarlos por comploto en sus propios telares y en tan grande escala, que ocuparon más de la tercera parte de la población. Se fabricaban de sesenta a ochenta mil piezas por ano. Lo cual representaba un valor medio de sesenta a setenta millones de francos.
FLORENCIA.- EL PALACIO VIEJO O PALACIO DE LA SEÑORÍA.
Florencia fue una de las repúblicas más poderosas de Italia y acabó por ser en el siglo XV capital de Toscana. Su gobierno, compuesto de jefes o priores de los diversos oficios, se llamaba la señoría. El palacio residencia de la señoría fue edificado en 1298, y hoy es el Ayuntamiento. Con sus barbacanas almenas y torre de 94 m., parece más bien un castillo. En este grabado se ve, a la derecha la primera arcada de un pórtico, la Loggia de las lanzas, uno de los más célebres monumentos de Florencia, que es la más maravillosa ciudad de Italia.
A la afluencia del dinero debió ella el desarrollo de los establecimientos de crédito, bancos, y del negocio de cambios en que sobresalieron los florentinos. Fueron aventajados competidores de los judíos, particularmente en Francia, y prestaban grandes sumas a los reyes. Una familia de banqueros florentinos, los Médicis, llegó a ser tan poderosa en el siglo XV, que se adueñó del gobierno de la ciudad.
Tanta riqueza permitió a los florentinos formar ejércitos y tenerlos a sueldo. En efecto, en Italia como en Francia, existían en aquella época empresarios de ejército, condottieri, que alquilaban los servicios de sus bandas a quien quería y podía pagarlos. Los florentinos, gracias a los soldados mercenarios, pudieron conquistar, a principios del siglo XV, la mayor parte de Toscana, y hacer que Florencia fuera la capital de un estado lindante con el mar y tuviera por puerto en el Mediterráneo; a la antes próspera ciudad de Pisa, que los florentinos vencieron y tomaron en 1406.
Florencia, la más rica de las ciudades de Italia, después de Venecia, Florencia fue al mismo tiempo la más civilizada. Esta capital cuenta en el número de ciudades que deben colocarse en primera línea en la historia de la civilización universal. Ella fue la patria de los primeros grandes escritores y de los primeros grandes artistas italianos en siglo XIII, del pintor Giotto; en el siglo XIV, del Dante (1265-1321); autor de la Divina Comedia y el poeta más, grande de Italia; de Petrarca, célebre por sus sonetos, y de Boca ocio, el primer prosista italiano.
En el siglo XV fue maravilla su florecimiento artístico; descollaron arquitectos y escultores, como Brunellesco (1337-1444), que edificó la catedral, uno de los monumentos más hermosos de Italia; Ghiberti, Donatello y Luca della Robia que la adornaron con estatuas y con incomparables bajo relieves de bronce y de mármol.
Las letras no estuvieron menos favorecidas. Los Médicis
acogieron a los sabios griegos que huían de Constantinopla, a la
sazón en manos de los turcos, fundaron una universidad y crearon
una biblioteca qué se cuenta aún hoy entre las más ricas del
mundo. No se exageró cuando se dijo que Florencia era la Atenas
de Italia ni cuando la llamaron Madre de las Artes.
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LA HISTORIA Y SUS PROTAGONISTAS: GRECIA, ROMA Y LA EDAD MEDIA |
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