EL COMERCIO DE ORIENTE: Génova y Venecia debieron su fortuna al comercio de los géneros de oriente. China enviaba sus sederías; Persia sus terciopelos y tapices; India sus piedras preciosas, las perlas de Ceilán, y Arabia sus perfumes. Pero los productos más buscados eran las especias: la pimienta, la canela, la nuez moscada y les clavos que enviaban las islas de la Sonda, llamada islas de las especias.
Esas diversas mercaderías llegaban al Mediterráneo por dos camino diferentes: por tierra, con las caravanas que, atravesando Turquestán llegaban a orillas del mar Caspio para seguirlos hasta el mar Negro donde iban a tomarlas los barcos genoveses; por mar, surcaban el océano Índico y el mar Rojo hasta Egipto, donde las aguardaban los barco venecianos.
Las Cruzadas, como hemos dicho, contribuyeron, en mucha parte a la prosperidad de las marinas genovesa y veneciana. En los principales puertos del Mediterráneo oriental, aun en los que estaban en manos de los musulmanes, genoveses y venecianos tuvieron factorías y almacenes fortificados como los de la Hansa. Los genoveses en Constantinopla los venecianos en Alejandría de Egipto, tuvieron más que factorías: les perteneció parte de la ciudad, un barrio entero. En esos barrios rodeados de murallas, y en los que tenían almacenes y habitaciones, sólo ellos podían vivir; sólo ellos hacían su servicio de policía y eran los únicos dueños, corno hoy en los grandes puertos de China, en Shangai o en Cantón tienen los franceses, ingleses, etc., sus factorías agrupadas en determinados sitios que se llaman concesiones.
El establecimiento de los turcos en Constantinopla, y a orillas del mar Negro, provocó la ruina del comercio genovés.
Los venecianos, más afortunados, conservaron el monopolio del
comercio de oriente hasta que los portugueses encontraron un
nuevo camino para Asia, dando la vuelta al continente africano.
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LA HISTORIA Y SUS PROTAGONISTAS: GRECIA, ROMA Y LA EDAD MEDIA |
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