FORMACIÓN DEL PODER DE ESPARTA: Un estado militar como era éste, no podía soportar ni vecinos poderosos ni súbditos rebeldes. Las dos penínsulas de Laconia, Argólide y Mesenia, habitadas por otros conquistadores dorios, eran una eran una amenaza para Esparta, y de aquí la serie de guerras contra Argos y Mesena, que sólo se terminó cuando los espartanos poseyeron todo el sur y el este del Peloponeso.
Las guerras más rudas fueron las de Mesenia en el siglo VII, que duraron cerca de veinticuatro años. Ciertos episodios eran célebres en la antigüedad, tal como el de Aristómenes, héroe mesenio que, cogido por los espartanos y arrojado a un precipicio, se salvó asiéndose a la cola de un zorro que le condujo en medio de las tinieblas a la boca de su guarida.
EL EJÉRCITO ESPARTANO: El instrumento de aquellas conquistas fue el ejército espartano, el primero de Grecia por su organización y disciplina.
En efecto, en los otros pueblos no se era soldado sino en caso de necesidad en tiempo de guerra se armaba al ciudadano, y el ejército era tan solo una guardia nacional, mientras que los, espartanos eran soldados de profesión. Acostumbrados desde su más tierna edad a la caza y a los ejercicios violentos, permanecían después en filas hasta los sesenta años» Dos veces al día tenían ejercicio o maniobras, y la paz la consideraban únicamente como una preparación para la guerra.
Los espartanos combatían a pie y formaban el cuerpo de los hoplitas. Éstos usaban casaca roja, coraza de bronce, casco que les protegía la cabeza y la cara, escudo de cuero cubierto también de bronce, y canilleras o batas de metal llamadas cnémidas, que les cubrían desde la rodilla hasta el tobillo. Tenían por armas, espada corta, como un cuchillo de caza, y la lanza que medía más de dos metros de largo. En formación de combate se presentaban en línea de ocho en fondo; unidos los escudos unos con otros, formaban delante de lo hombres una verdadera muralla.
Dispuestos así en falange, coronados de flores, acometían al enemigo al son de las flautas y cantando un canto de guerra llamado pean. Pero no empezaban el ataque sino después de haber sacrificado una cabra y buscado presagios en las entrañas de la víctima. Pasaban por invencibles a causa de su reputada fuerza y de su gran bravura.
La falange se dividía en batallones y en escuadras. Esta división era útil en las expediciones poco importantes y en los ejercicios, en los cuales des plegaban tal precisión que los otros griegos estaban maravillados.
En realidad, los espartanos no tenían igual para las instrucciones de soldado y de compañía. En cuanto al arte de combatir, éste se resumía en ir a la carga. La fuerza de las falanges espartanas residía principalmente en la costumbre de obediencia, de honor y de sacrificio que inspiraban a los espartanos las leyes, que llamaban leyes de Licurgo.
HOPLITAS EN MARCHA
Cuando marchaban en línea contra el enemigo, los hoplitas se cubrían con sus escudos de manera a formar delante de ellos una verdadera muralla. En esta pintura, los cnémides son alternativamente rojos y negros los escudos son negros con orlas rojas, las crines de las cimeras son negras y rojas.
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LA HISTORIA Y SUS PROTAGONISTAS: GRECIA, ROMA Y LA EDAD MEDIA |
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