UN JEFE DE ESTADO ATENIENSE. PERICLES
En Atenas, dice Fenelón, todo dependía del pueblo y el pueblo dependía de la palabra >> El verdadero dueño de Atenas era el hombre que hablaba en público <<, o sea el orador. Este papel lo representó de manera particularmente brillante Pericles, jefe del partido popular, que pertenecía por su nacimiento a la familia de Pisístrato ya la de los antiguos reyes de Atenas.
Al prestigio de su cuna unía los atractivos de un ingenio
esmeradamente cultivado. Maestros suyos fueron varios filósofos
célebres, y había adquirido todos los conocimientos de que ha
menester un hombre de estado.
Tuvo miras muy liberales en todas las cosas, y en él se adunaban el carácter recto y franco, y un desinterés tal que la calumnia nunca pudo cebarse en él. Su modestia inspiró confianza, y su elocuencia le llevó a ser el verdadero amo del pueblo. De aquí el que sin haber ejercido jamás un cargo político y sin que hubiera sido arconte siquiera, gobernara realmente a Atenas.
Sus discursos influyeron grandemente en la marcha de los
negocios públicos; influencia que siempre se ejerció en vista de
acrecentar los derechos y el poder del pueblo, de extender el
imperio de Atenas y de favorecer el desarrollo de las letras y
de las artes. He aquí porque esta período, el más glorioso de
Atenas, ha sido llamado el siglo de Pericles.
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LA HISTORIA Y SUS PROTAGONISTAS: GRECIA, ROMA Y LA EDAD MEDIA |
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