EL CID CAMPEADOR: La lucha encarnizada que empeñaron a porfía musulmanes y cristianos tiene el carácter de epopeya. En esa epopeya aparecen muchos héroes, y entre esos héroes descuella el Cid Campeador, el más ilustre y memorable de todos los caballeros cristianos.
Se llamaba Rodrigo Ruy Díaz de Vivar, era un barón castellano de muy noble familia. La fecha de su nacimiento no se conoce exactamente, pues mientras que unos la lijan en 1026, otros dan la de 1045. En poco tiempo le hizo célebre su brazo vigoroso, su audacia sin escrúpulos y su arrogancia. Durante, una guerra entre castellanos y navarros, reté una vez antes de la batalla al más bravo de los enemigos, y, como resultó, vencedor, recibió el sobrenombre de Campeador, es decir campeón.
Ruy Díaz era un barón del siglo XI, impetuosamente apasionado y no muy riguroso en cuanto a moralidad; como vasallo, se hizo tan sospechoso al rey Alfonso VI, que hubo de salir de Castilla, y por venganza tal vez, poner su espada al servicio del emir de Zaragoza. El ilustre nombre de Cid tiene, por origen el titulo que le daban los guerreros musulmanes: Sidi, es decir, señor, en lengua árabe.
El Cid, que tenía carácter independiente y muy grandes ambiciones, resolvió abrirse paso y alcanzar un principado a fuerza de mandobles. Aprovechando las luchas entre los almorávides y los emires, atacó a Valencia, capital de un estado musulmán. Poco incitado a la conmiseración hizo arrojar al fuego, echar a los, dogos o vender como esclavos, a cuantos trataron de escapar de aquella ciudad hambrienta. Valencia capitulé (1094.) XI el Cid, a quien este hecho valió ser jefe de estado, continué sus conquistas. Varios reyes moros y hasta un señor cristiano, el conde de Barcelona, fueron intimados a pagarle tributo.
El Cid resistió victoriosamente los ataques de los almorávides, y a partir de tal proeza su único intento fue echar a los musulmanes fuera de España. Entonces se oyó decir, a un árabe << Un Rodrigo ha perdido esta península, y otro Rodrigo la recobrará. >> Pero murió en 1099. Su viuda Jimena no pudo resistir mucho tiempo a los almorávides y, después de haber incendiado a Valencia, la abandonó a los infieles y volvió a Castilla, llevando consigo el cuerpo del héroe, que fue enterrado en el monasterio de San Pedro de Cardeña, cerca Burgos (1102)
Tal es la historia verdadera del Cid, ya de suyo maravillosa. La leyenda ha engrandecido mucho más al héroe, haciendo del Cid el modelo del caballero cristiano y patriota, y el campeón invencible de la independencia nacional. El Cid legendario es un paladín que defiende por todas partes el honor, y castiga a los traidores y felones; pero es también el más altanero de los barones, ante el cual todos los reyes tiemblan.
En la Crónica
rimada, fragmento épico del siglo XII, al que se le suele
dar el nombre de Leyenda de las mocedades del Cid,
Rodrigo, aun joven, enviado a la corte real, no consiente besar
la mano al rey sino después de haber recibido la orden de su
padre don Diego; pero lo hizo de tal manera, e hizo relucir
tanto su espada; que, asustado el rey de tal homenaje, le dijo:
<< Retírate, Rodrigo; déjame: vete a otra parte, demonio, porque
con tus gestos de hombre tienes los movimientos de un león
furioso. >>
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LA HISTORIA Y SUS PROTAGONISTAS: GRECIA, ROMA Y LA EDAD MEDIA |
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