LAS LEYENDAS DE LOS ORÍGENES: Los griegos ignoraban la historia de sus orígenes, y para explicársela se valieron de leyendas. El primer hombre fue hijo de Prometeo, uno de los titanes, quien lo hizo de barro y le dió vida gracias al rayo divino que robó a Zeús. Éste, en castigo, hizo encadenar al titán en la cima del Cáucaso, donde un buitre debía devorarle eternamente las entrañas. Zeus castigó al mismo tiempo a los hombres con el diluvio en que perecieron.
Deucalión, hijo de Prometeo, fue el único que pudo escapar, encerrándose en una embarcación que estuvo flotando mientras duró el diluvio; al bajar las aguas, encalló en el monte Parnaso. Uno de los hijos de Deucalión, llamado Heleno y ue fue el antepasado de los helenos o sean los griegos, tuvo a su vez dos hijos, Doro y Eolo, y dos nietos, Ión y Aqueo o Acayo. De estos descendientes de Heleno, nacieron las cuatro grandes familias helénicas, a saber: los dorios, los eolios, los jonios y los aqueos o acayos.
Otras leyendas son recordativas del establecimiento de los colonos extranjeros en Grecia, en particular de la influencia civilizadora de los fenicios y los egipcios. Tebas honraba como fundador al fenicio Cadmo, que habiendo partido en busca de su hermana Europa, robada por Zeús metamorfoseado en toro, se fijó en Grecia para obedecer órdenes del oráculo de Delfos.
Atenas había sido fundada por el egipcio Cécrope; el egipcio Danao había fundado a Argos. El Peloponeso - isla de Pélope – debía su nombre a Pélope, hijo de Tántalo, rey de Lidia, antepasado de Agamenón, rey de los micenos.
LAS CIUDADES CICLÓPEAS. MICENAS: Los primeros pueblos que se establecieron en Grecia fundaron ciudades cuyos muros, construidos con enormes cloques, llamaban la atención de los griegos y nos admiran aún hoy, Tales fueron Pilos — hoy el fuerte de Samicón — en el Alfeo, Tirinto y Micenas en Argólide.
Los griegos atribuían estas construcciones a una raza de gigantes dota dos de fuerza más que humana, llamados Cíclopes.
En los bloques irregulares de que están hechos frecuentemente estos muros, no se ha empleado ninguna argamasa para mantenerlos firmes; permanecen en pie merced a su
propio peso. Una de estas piedras, en el Tesoro de Atreo, en Micenas mide 9 metros de largo por 6 de alto, y debe pesar unos 120,000 kilógramos.
Las ruinas de Micenas fueron exploradas en 1876 por el arqueólogo alemán Schlicniann. Las excavaciones han permitido descubrir numerosos objetos; armas y joyas de gran valor, atestiguan el adelanto que alcanzó aquella civilización y la influencia que allí ejerció el Oriente.
|
|
LA HISTORIA Y SUS PROTAGONISTAS: GRECIA, ROMA Y LA EDAD MEDIA |
||